Para inscribirnos en sus programas, las universidades suelen mostrarnos las historias de sus egresados más exitosos, por obvias razones, nunca nos muestran las historias de aquellos egresados que no lograron tener el mismo éxito, que generalmente suelen muchísimos más.
Los métodos para triunfar en esta industria, ya sea que vengan de estudios, monitores o asesores, siempre se justifican mediante los llamados casos de éxito, que normalmente vienen en forma de testimonios o fotos de los tokens ganados, por obvias razones nunca nos muestran los casos de quienes aplicando el mismo método, no lograron los resultados prometidos.
Los ahogados no pintan cuadros.
En la antigua Roma se dice que un hombre ateo llamado Diagoras, intentaron convencerlo de adorar a los dioses, mostrándole unas pinturas de un grupo de personas que después de naufragar, oraron y se salvaron.
De las pinturas se deducía que orarle a los dioses romanos salvaba de la muerte a las personas que naufragaban, a lo que Diágoras preguntó: «¿Dónde están las pinturas de quienes oraron y luego se ahogaron?»
Las pruebas de que orar no salva de morir en naufragios descansan en aquellos que mueren ahogados. Desafortunadamente, los ahogados no pintan cuadros, ni escriben libros, ni tampoco graban Tik Toks. Las modelos que no logran considerarse “casos de éxito”, tampoco lo hacen, ni tampoco son penalistas en los grandes eventos de esta industria, pero sus historias silenciosas suelen ser más importantes que las de aquellas que sobreviven, escriben libros, graban TikToks, o son panelistas.
Sesgo de supervivencia
A la tendencia de centrarse en las personas que han sobrevivido a un proceso o evento, mientras se ignoran a un número mucho mayor de personas que no lo han hecho, se conoce como sesgo de supervivencia.
La imagen que ves en pantalla es el esquema donde más impactos de bala recibían los aviones de Estados Unidos, en la segunda guerra mundial, que VOLVÍAN a las bases aéreas. Motivo por el cual, desarrollaron un programa para revestir de blindaje estás zonas. El problema fue que los alemanes seguían derrumbándoles los aviones, hasta que un día, una persona dijo, si los aviones ESTÁN VOLVIENDO, significa que esos disparos no son los que los están derrumbando, entonces lo que debemos blindar son las otras zonas.
Las pruebas de los disparos que derriban aviones descansan en los aviones caídos.
Las pruebas de la ineficacia de los métodos para triunfar en esta industria no están en los casos de éxito, sino en aquellas modelos a las que el método no les sirvió.
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Los casos de éxito suelen ser interesantes, o anecdóticos, pero rara vez son importantes. La pregunta que realmente deberíamos hacernos ante todo proceso que llevó a un “caso de éxito” es ¿Cuántos se salvaron y cuántos se ahogaron? O en otras palabras ¿A cuántas les sirvió y a cuántas no?
