Definamos qué son las finanzas personales, pero empecemos hablando desde su negación, es decir, desde aquello que no son.
– Las finanzas personales no son frases de motivación y ni superación personal, no son conductismo light.
– No son un medio para fines hedonistas irresponsables, con las finanzas personales no se busca aprender a comprar un Ferrari o una penhouse en Dubai y quedar endeudados el resto de nuestra vida.
– Tampoco son una fórmula mágica para alcanzar la libertad o la independencia económica, lo que sea que eso signifique.
– Ni mucho menos un compendio de verdades inamovibles acerca de lo que debemos aceptar como correcto o incorrecto en la gestión de nuestro dinero.
Cuando hablamos de finanzas personales, nos referimos a las decisiones que tomamos en torno a 4 factores: Consumo, endeudamiento, ahorro e inversión. Aquí no importa si eres la modelo super top o si tus ingresos son más modestos, porque absolutamente todos tomamos decisiones financieras.
Cuando estás pensando si preparar almuerzo o pedir domicilio, estás tomando una decisión de consumo.
Cuando estás pensando si pagar con tu tarjeta débito o crédito estás tomando una decisión de endeudamiento
Cuando estás pensando si meter la platicar que te sobró a una alcancía o un fondo de inversión colectiva, estás tomando una decisión de ahorro e inversión.
Aprender de finanzas personales significa conocer métodos y estrategias que nos permitan tomar mejores decisiones financieras.