Después de analizar los shows de las primeras 10 posiciones en tres páginas de webcam, hemos encontrado una verdad que muchos no quieren oír. El éxito de una transmisión no siempre se basa en la originalidad o el arte, y aquí te explicamos por qué.
Al evaluar los shows artísticos, es fácil caer en tres sesgos cognitivos comunes:
- Sesgo de Supervivencia: Tendemos a sobrevalorar los pocos casos de éxito, como las modelos que triunfan con shows muy elaborados, mientras ignoramos a la inmensa mayoría que ha intentado lo mismo y ha fracasado.
- Sesgo de Confirmación: Nos enfocamos en las modelos que hacen shows artísticos y ganan mucho dinero, olvidando que una cantidad mucho mayor de modelos también están en las primeras posiciones y ganan igual o más con transmisiones explícitas.
- La Ilusión del Cuerpo de Nadador: Mucha gente cree que estas modelos tienen éxito por el tipo de show, pero en realidad, su éxito se debe más a que sus características físicas se ajustan a los estereotipos de belleza dominantes. En pocas palabras, ellas serían exitosas haciendo cualquier tipo de show.
Entonces, si la estadística no los apoya, ¿por qué los shows artísticos son tan atractivos? Como dijo Stalin: «Una muerte es una tragedia, un millón de muertes son una estadística».
Los seres humanos estamos diseñados para entender lo concreto, no lo abstracto. Un asesinato en las noticias impacta más que miles de muertes silenciosas por contaminación. Del mismo modo, un show artístico es visualmente impactante y memorable. Nos ilusiona la idea de que podemos hacer algo igual o mejor.
Sin embargo, en términos estrictamente estadísticos, la decisión más inteligente y segura es hacer shows convencionales, ya que son los que más dinero generan para la mayoría de las modelos.
Pero el problema no es tan simple. Para muchas modelos, esto no es solo un tema de números. Hay un matiz que la estadística no puede capturar: el bienestar psicológico y la sostenibilidad. Los shows artísticos pueden ser una forma de resignificar la profesión, de sentirse menos como un «producto» y más como una artista. Además, suelen ser menos demandantes físicamente.
A quienes les funciona este enfoque, la profesión se vuelve más placentera y sostenible. Pero, sin importar el camino que elijas, recuerda: no eres superior a nadie por tu estilo de show.
