La psicología heurística, lleva décadas derrumbando la idea de que los seres humanos somos una especie perfectamente racional. La realidad es que como especie no hemos tenido la más mínima evolución en los últimos 700.000 años. «Somos cazadores y recolectores vestidos de Hugo Boss» decía Rolf Dobelli.
Nuestro cerebro está diseñado para un entorno que ya no existe, y ese diseño suele inducirnos frecuente a errores en nuestros juicios. A la fecha se han identificado más de 180 sesgos cognitivos que constantemente afectan nuestras decisiones, y absolutamente nadie en este mundo es inmune a los sesgos.
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Cuando decimos que los problemas financieros de las personas no están en su bolsillo sino en su mente, no estamos intentando reducir la ecuación del éxito a una frase vacía y motivacional.
A lo que nos referimos es que nuestro cerebro es una máquina sumamente compleja, que desafortunadamente lejos está de ser perfecta.
Mejorar nuestras decisiones financieras implica aprender a dudar de nuestros propios juicios, al tiempo que reconocemos las limitaciones de nuestra naturaleza y las dimensiones de nuestra ignorancia.
