Tener casa no necesariamente es sinónimo de estabilidad financiera.
Adquirir vivienda es un tema bastante personal y delicado, sobre todo cuando se tienen hijos o personas a cargo.
Una propiedad es un activo que tiene una particularidad, y es que no es líquido, eso quiere decir que no es un bien que lo podemos convertir en efectivo con facilidad, no es cómo una Logitech, un celular o un computador. No es cómo que hoy lo publicó y pasado mañana alguien me lo va a comprar. No funciona así.
Hay una noción bastante ingenua en la idea de que tener vivienda propia es sinónimo de estabilidad financiera.
No sé si se dieron cuenta, pero cuando empezó la pandemia, muchas personas se vieron obligadas a poner en venta sus propiedades, después de bastante tiempo, muchos de ellos no lograron venderlas. Si necesitaban el dinero para atender situaciones desafortunadas, con seguridad la debieron pasar muy mal porque su «estabilidad» estaba basada en la ilusión de un activo no líquido.
Aunque esto no es una ley inamovible, en este cuadro te muestro los porcentajes de activos líquidos que deberíamos tener según nuestra edad.
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